Es una estrategia que podemos utilizar dentro de un aula de clases o con nosotros mismos si deseamos adentrarnos en el mundo de la escritura, bien sea poesía , micro-cuentos…
La fotografía es el arte de capturar momentos para que perduren en el tiempo pero una fotografía nunca viene sola, ella está cargada de sentimientos, palabras inmersas y la intención o el impulso sublime que llevó al fotógrafo a capturar la imagen.
La poesía nos suspende en el tiempo y a través de la palabra nos remite a imágenes y sensaciones. La fotografía suspende el tiempo, lo congela a través de imágenes que nos remiten a un diálogo y nos cuentan una historia que también podemos narrar nosotros mismos. Son dos artes que se dan la mano, conviven y se nutren desde hace mucho tiempo.
¿Cómo puedo pasar de la teoría a la práctica de esta estrategia?
De la Fotografía a la escritura
Selecciona la imagen que más te guste.
Tómate unos minutos para apreciar tu imagen, cada detalle sin dejar pasar nada.
Deja que empiecen a fluir las palabras que te vienen a la mente mientras observas tu imagen.
Puedes escribir un verso, un poema o un micro-cuento, lo más importante en este punto no es que tan largo o corto es el escrito sino que lo que se ha creado venga realmente de ti.
De la Escritura a la Fotografía
Aunque la estrategia más usada al combinar estas dos artes suele ser la que desarrollamos anteriormente; no podemos dejar pasar en esta oportunidad la opción de ir de la escritura a la Fotografía.
1 Selecciona una o hasta tres frases máximo. Ej: amor, compasión y paz.
2 Selecciona una Fotografía que te transmita la sensación de expresar las frases que seleccionaste
Nota: después del punto dos, existe la opción de escribir un texto, cuento… que incluya las frases seleccionadas.
Gracias por llegar hasta aquí !
Hacemos Convivencia
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